jueves, 9 de enero de 2014

El mes de Diciembre. Por Juan José Caravaca.


DICIEMBRE


El tiempo no se detiene, y casi sin darnos cuenta estamos en Diciembre: mes de la Gracia, de la Esperanza y de la Paz; del Adviento y de la Navidad; del Bendita sea tu Pureza y del Esperanza Nuestra; del Niño Dios y de la Sagrada Familia.

Comienza Diciembre con la Estrella de la Mañana vestida de hebrea, adelantándonos una cuaresma que en Sevilla ya es continua, y la Virgen de la Presentación nos tiende su mano para que le demostremos cuanto la queremos en ese beso, ofrenda de amor y respeto.

Son los días del “Bendita Tu entre las Mujeres”. Quién como Tu, primer sagrario; que fuiste preservada de toda mancha, y quién como Sevilla supo proclamarlo y defenderlo: Pura y Limpia, Vázquez de Leca, Bernardo del Toro, Simon de Pineda; Gloria de los Primitivos Nazarenos, Francisco Pacheco, Miguel Cid, Tomás Pérez; Tristezas de María, Inmaculada proclamada desde la Casa Grande de San Francisco; Ángeles de los Negritos, Fernando Molina y Pedro Francisco Moreno que vendieron su libertad para darte culto; Cabeza en las Siete Palabras; Aguas del Museo, Omnes Setientes venite ad acquas; Rocío de Redenció; Subterráneo de la Cena, Reina de Cielos y Tierra; Penas de Santa Marta;… Sevilla anuncia a todo el mundo que eres Reina escogida, porque fuisteis Concebida Sin Pecado Original.
Fiesta de la “Domus Aurea”, Casa de la Virgen que fue salvada por los ángeles y llevada al lugar de los laureles: Virgen de Loreto, siempre Plus Ultra.
Tiempo de la Esperanza, esa bendita Expectación del Parto, donde la Virgen es mas Señora porque lleva a Dios en lo mas íntimo de su ser “Bendito el Fruto de tu vientre”, San Roque, Trinidad, Macarena, Triana, Divina Enfermera, y la proclamada todos los días desde sus primeras vísperas hasta nochebuena en las antífonas mayores de las Horas: “O” Sapientia, “O” Adonai, “O” Radix, “O” Clavis, “O” Oriens, “O” Rex, “O” Emmanuel, Bendita sea tu Pureza, Esperanza Nuestra Virgen de la O.

Tras la Esperanza el Adviento se torna más familiar, más cercano, Jesús está aquí ya. La Familia de Nazaret va llegando a Belén y nosotros, antes de llegar a nuestro nacimiento, salimos a la calle en hermandad sin parangón: jóvenes, mayores, niños, bandas, villancicos, carretillas solidarias, todos unidos en la fiesta del compartir – “Porque dando se recibe”- para que todos celebremos con alegría el Nacimiento del Señor. Porque nos reconocemos en el Gran Poder de Dios que se nos muestra con su túnica persa desde la víspera de la Nochebuena.

Hoy nos ha nacido un Salvador: El Mesías, El Señor”. Hoy día de Navidad nos arrodillamos en el Credo al decir “Y se Hizo hombre”. Ya tenemos la Sagrada Familia completa en nuestro Nacimiento, y como en el pesebre de Belén los pastores se arrodillan ante la Salvación del mundo, nosotros lo hacemos reunidos con nuestras familias y amigos.

La Navidad es sobre todo el tiempo de los niños y de la Juventud, tiempo de la ilusión. Celebramos al discípulo amado patrón de la juventud, y los Santos Inocentes y San Silvestre nos conducen a despedir el año, siempre con nuestros seres queridos y con la mente siempre puesta en San Lorenzo… alfa y omega…. In manu ejus…

El mes de Enero. Por Juan José Caravaca.

ENERO
Con la mirada fija en el Gran Poder de Dios, comenzamos Enero y el nuevo año fundidos en un abrazo de familia y amigos con sabor a uvas y brindis de champan; besos a los abuelos y a los hijos, a los padres, hermanos y sobrinos, a los amigos y a toda esa familia que aunque no sea de sangre está justo ahí cuando los necesitas, llamadas de teléfonos y mensajes por el móvil y redes sociales con los mejores deseos de paz y de prosperidad para el nuevo año que comienza. Fiesta de Santa Maria Madre de Dios y felicitamos a los Manuel y Manuelas que celebran su santo bajo la mirada protectora del que se postran ante El todos los reyes de la tierra en esa epifanía que es también la fiesta grande de la ilusión de todos los niños, haciéndonos recordar que “los que no son como ellos no entrarán en el reino de los cielos” (Mt 19, 13; Lc 18, 15; Mc 10,13)

Estamos en el mes del Dulcísimo Nombre de Jesús que el día 2 será portado por los jovencísimos cofrades de la Hdad del Valle demostrando que el futuro de nuestras hermandades está más que asegurado, que la cantera cofrade está lista para tomar el relevo en cuanto sea menester.

Dulcísimo Nombre de Jesús Nazareno que va a estar presente durante todo el mes y parte del siguiente, pues hemos comenzado la Semana Santa de los cultos y precisamente es esta advocación la principal protagonista en estos primeros días del año.

Mientras en San Lorenzo “los confines de la tierra contemplan la Victoria de nuestro Dios” (Sal 97) el hijo de la Cieguecita de la Catedral nos ofrece su pie para que el bálsamo de nuestro beso le de fuerzas en su “Marcha al Calvario, Dios fuerte…” y El con su mirada hacia nosotros va echando sobre sí todos nuestros pecados y todas nuestras culpas para que nuestro caminar sea más llevadero: “Pasión de Cristo, confórtanos”.

En San Roque el nazareno se hace “Penas”, que son tan grandes que necesita a Simón de Cirene que le acompañe en su caminar o incluso le hacen caer al suelo en San Vicente “Señor santo, Dios bueno y justiciero que mandas en el cielo y en la tierra, ten compasión de mis culpas…”

En San Juan de Palma el Dulce Nombre de Jesús se hace mucho mas Silencio, mucho más callado, mucho más presente en la Santísima Eucaristía que adoramos en el Jubileo que da sentido a su quinario.


Aun ese Dulcísimo Nombre de Jesús Nazareno nos va a acompañar en el transito a Febrero en San Antonio Abad donde ese abrazo a la Cruz es más que nunca un abrazo a la humanidad a la que no abandonará nunca, y que en esos mismos días le devolverá ese abrazo a su cuerpo roto, desmadejado y sin vida, representado esta vez en Nicodemo y José de Arimatea que en la Magdalena descienden su cuerpo, “afrenta del sol” toda vez que su sangre derramada “nos abre las puertas de la celestial Sión”.